27 de marzo de 2010

La niña soñó con fantasmas


Un sueño delirante mas no sonámbulo, eso creo,
Dormía en una casa ajena con paredes blancas y techos altos, en una cama pequeña y modesta acomodada en un rincón, el clima era cálido y un hombre velaba su sueño mas no estaba muy definido quien era el.
soñó que cada noche antes de cerrar sus ojos cuando estaba con la mirada
fija en la blancura de la pared el subconsciente empezaba a gobernar y aparecía una figura, un cuerpo andrajoso alto y delgado, blanquecino , transparente, parecía mudo y sordo haciendo un pequeño balanceo, sus movimientos se sentían, flotaba en el aire y estaba anudado en algún clavo que había en la pared porque no se alejaba del mismo lugar, esa noche la niña decidió levantarse y caminar en tinieblas, a tres pasos junto a un cuadro que inerte pendía de la pared estaba otro fantasma este era solo una cabeza, pareciera una mascara de un blanco menos vaporoso tenia los ojos cerrados y la boca semiabierta, sin ningún gesto en particular, no se movía, la pudo tocar y era tan dura como la piedra, la niña no sentía miedo sabia que estaban ahí por alguna razón, mas no comprendía cual era esta,
la niña en momentos se despertaba y se arremolinaba entre los cobertores, mas no podía despertarse del todo, cuando se quedo quieta de nuevo, regresó el sueño de los fantasmas pero esta vez aparecía un nuevo personaje una diminuta mujer con un traje muy colorido y ajustado que no parecían prendas de vestir mas bien pintura sobre el cuerpecillo, la invitaba a pasar a otra habitación, esta echo un vistazo y la habitación era enorme, obscura, con loza resbaladiza eh inclinada, no había puerta que la dividiera de las otras habitaciones y en la entrada había dos maquinas de cocer de modelo antiguo y ruidosas que funcionaban solas, la pequeña pensó en el momento que eran manejadas por sus dos difuntas abuelas, en ese instante la tranquilidad de la noche se esfumo y al tanto todo se torno en un ambiente caótico, la diminuta mujer ahora gritaba y le exigía que entrara a la enorme habitación, los demás fantasmas también gritaban pero no se les entendía palabra todo era un solo zumbido en tono fuerte que contribuía al caos, la niña se sentía angustiada, sabia que era un sueño, sentía todo aquello y desesperada buscaba despertarse, el rechinar de una puerta metálica oxidada que habrían en ese momento la despertó pero su sueño estaba tan presente en su memoria y aun sintiendo su corazón acelerado decidió escribirlo....

15 de marzo de 2010

12 de marzo de 2010

El Rostro del Surrealismo

Habla por sí mismo, no necesita descripción,
es mi admiración por este GENIO.