9 de febrero de 2012

El encarcelamiento del ciudadano.


Hoy le a golpeado la realidad con el puño cerrado;
le ha hecho sangrar el labio con el que maldice las posturas politiqueras, cercenadas de toda dignidad.
Sin esperanza sobrevive los dias, entre cuentas crecientemente impagables
y sobresaltos por peligros reales; cuando el viento trae consigo olores de muerte que al ciudadano común no le incumben, mas así lo hacen participe de un estado de terror constante y un aletargamiento de sus sensibilidades humanas. Recluido en sus posibles posesiones;
encarcelado por los despojos regulares que de buena gana entrega bimensualmente,
argumentando sus nulas opciones. alimentando con esos despojos un sistema obsoleto encarroñado y dirigido por incapaces compadrazgos,
carentes de moralidad y compromiso.
mas así se dice que "se tiene lo que se merece", sabiéndose una sociedad promotora y complaciente con la prostitución de la justicia y el crecimiento de las ya desmesuradas ambiciones.
Cocientes de una menguada educación social; alabando la superficialidad de los conocimientos.
Cada vez es mas difícil la reconciliación con lo cotidiano y mas viable la cobardía de la huida aun sabiendo lo difícil de la aceptación e imposible de la realización.
....mis palabras inmaduras y confusas como las lluvias de abril o podrían ser.
tan retrasadas como las nieves de mayo.
Pero la constante es el llanto de su indignación, el murmullo de su miedo trepidante y los gritos de su juventud embriagada de apoyada estupidez , promovida por una falta de lucidez paternal con paulatina ambición y mínimo decoro.
El ciudadano común vive sus días encerrado en sus silencios,
con las llaves de su propia celda atadas al cuello.
cargando los días pesados y secos.
Que tan miserables podrían llegar a ser estos días?
Con una prolongada ausencia de justicia; acrecentando la superación de la ficción con una realidad atroz y absoluta.
no es buen momento para morir ahora, porque pasaría a la interminable lista de nombres y vidas putrefactas y olvidadizas que sostienen en vilo a esta levitante ciudad.